Existen 3 mecanismos que influyen en el desarrollo muscular.
Daño muscular: esto sucede cuando las fibras musculares sufren microrupturas producto de un estímulo de entrenamiento. Este daño provoca una liberación de moléculas inflamatorias y células del sistema inmune para reparar y expandir los tejidos. Recuerda que el dolor muscular luego de una sesión de entrenamiento (conocido como “DOMS”), según estudios, no necesariamente es indicador de daño muscular. Puede existir DOMS con bajo o ningún daño muscular y puede existir daño muscular sin DOMS.
Tensión mecánica: se refiere a la tensión producida por alguna resistencia externa y el desarrollo que experimentan tus fibras musculares para adaptarse a una carga a la cual no están acostumbrados. Esta tensión provoca señales químicas en el músculo para estimular el crecimiento, siempre y cuando esta tensión sea de suficiente magnitud y duración. ¿Cómo consigo esto? A través de la sobrecarga progresiva.
Estrés metabólico: más conocido como el “pump” y la sensación de bombeo en los entrenamientos. Esto es debido a la acumulación de metabolitos (como ácido láctico) y de líquido en el músculo. Estos factores, según estudios, también influencian en el desarrollo muscular a largo plazo.
Para que estos principios generen hipertrofia muscular, la tasa de síntesis de proteína muscular deberá ser mayor a su nivel de degradación, y esto se consigue a través de una dieta óptima en proteína (indispensable) y un balance de energía positivo (altamente recomendable)
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